miércoles, 17 de septiembre de 2008

Mitos o Leyendas

Jesús de Nazaret, llamado también Cristo o Jesucristo, es la figura central del cristianismo. Para la mayoría de las confesiones cristianas, fue el hijo y la encarnación de Dios, redimió con su muerte al género humano y resucitó al tercer día. El Islam, donde es conocido por el nombre de Isa, lo considera también uno de sus profetas más importantes. Es uno de los personajes que han ejercido una mayor influencia en la cultura occidental.

Según la opinión mayoritariamente aceptada en medios académicos, basada en una lectura crítica de los textos sobre su figura, Jesús de Nazaret fue un predicador judío que nació el año 6 a. C., vivió a comienzos del siglo I en las regiones de Galilea y Judea (en los actuales Israel y los territorios palestinos ocupados) y fue crucificado en Jerusalén en torno al año 30.

Lo que se conoce de Jesús depende casi absolutamente de la tradición cristiana, especialmente de la utilizada para la composición de los evangelios sinópticos, redactados, según opinión mayoritaria, unos 30 ó 40 años, como mínimo, después de su muerte. La mayoría de los estudiosos considera que mediante el estudio de los evangelios es posible reconstruir tradiciones que se remontan a contemporáneos de Jesús, aunque existen grandes discrepancias entre los investigadores en cuanto a los métodos de análisis de los textos y las conclusiones que de ellos pueden extraerse. Existe una minoría que niega la existencia histórica de Jesús de Nazaret.

Fuentes

Solo las fuentes cristianas, obviamente parciales, proporcionan información acerca de Jesús de Nazaret. Los textos cristianos reflejan principalmente la fe de las comunidades primitivas, y no pueden considerarse sin más documentos históricos.

Los textos en los que la crítica actual cree posible hallar información acerca del Jesús histórico son, principalmente, los tres evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas). Secundariamente, proporcionan también información acerca de Jesús de Nazaret otros escritos del Nuevo Testamento (Evangelio de Juan, epístolas de Pablo de Tarso), algunos evangelios apócrifos (como los de Tomás y Pedro), y otros textos cristianos.

Por otro lado, existen referencias a Jesús en unas pocas obras no cristianas. En algunos casos se ha puesto en duda su autenticidad (Flavio Josefo), o que se refieran al mismo personaje cuya vida relatan las fuentes cristianas (Suetonio). Apenas aportan alguna información, excepto que fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato (Tácito), que llamó la atención por sus "hechos portentosos" (Flavio Josefo) y que fue considerado un embaucador por los judíos ortodoxos. Sin embargo, estas escuetas referencias confirman que no se dudó de la existencia de Jesús en la Antigüedad.

Fuentes cristianas

Son muy numerosos los escritos cristianos de los siglos I y II en los que se encuentran referencias a Jesús de Nazaret. Sin embargo, solo una pequeña parte de los mismos contiene información útil acerca del mismo. Todos ellos reflejan, en primer lugar, la fe de los cristianos de la época, y solo secundariamente revelan información biográfica sobre Jesús.

Los principales son:

1. Las cartas de Pablo de Tarso: escritas, según la datación más probable, entre los años 50 y 60. Son los documentos más tempranos acerca de Jesús, pero la información biográfica que proporcionan es escasa.
2. Los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), incluidos por la Iglesia en el canon del Nuevo Testamento. En general, suelen datarse entre los años 70 y 90. Proporcionan gran cantidad de información, pero reflejan principalmente la fe de los primeros cristianos, y son documentos bastante tardíos.
3. El Evangelio de Juan, también incluido en el Nuevo Testamento. Fue escrito probablemente hacia 90-100.

Según la mitología cristiana, el Santo Grial es el plato, patena o copa usado por Jesús en la Última Cena, del cual se dice que posee poderes milagrosos. La relación entre el Grial, el Cáliz y José de Arimatea procede de la obra de Robert de Boron Joseph d'Arimathie, publicada en el siglo XII. Según este relato, Jesús, ya resucitado, se aparece a José para entregarle el Grial y ordenarle que lo lleve a la isla de Britania. Siguiendo esta tradición autores posteriores cuentan que el mismo José usó el cáliz para recoger la sangre de Cristo y que, más tarde en Britania, estableció una dinastía de guardianes para mantenerlo a salvo y escondido. La búsqueda del Santo Grial es un importante elemento en las historias relacionadas con el Rey Arturo (el Ciclo Arturiano o Materia de Bretaña) donde se combinan la tradición cristiana con antiguos mitos celtas referidos a un caldero divino. Otras leyendas acerca del Grial se entrecruzan con las relativas a las distintas copas antiguas que se consideran el Santo Cáliz.
La palabra grial –pronunciada «graal» en inglés medio–, parece ser una adaptación francesa del término latino «gradalis» que implica la idea de un plato que es llevado a la mesa en diferentes momentos («gradus») de una comida. Al respecto dice Helinand de Froidmont (What is a Grail?) en su Chronicon (siglo XIII): «... un plato ancho y algo profundo en que habitualmente se colocan las carnes caras para el rico... normalmente se denomina grial». En la Baja Edad Media hubo autores que lo llamaron «San Gréal», lo que derivaba en «Sang Réal», es decir, «sangre real». Escritores posteriores desarrollaron esta teoría que alcanzó notoriedad en el betseller de 1982: The Holy Blood and the Holy Grail.
El primer autor en mencionar al Grial es, entre 1181 y 1191, el poeta Chrétien de Troyes en su narración Perceval –también llamada Le Conte du Graal.
La obra de Chrétien de Troyes marcaría el comienzo de la leyenda, pero serían Robert de Boron y Wolfram von Eschenbach quienes la desarrollarían de la manera que la conoció la Europa medieval. Robert de Boron, en Joseph d'Arimathie y Estoire del San Graal es el responsable en transformar al «grial» de Chrétien en «El Santo Grial»
Una tradición aragonesa cuenta que el grial fue guardado y utilizado por los apóstoles en Jerusalén. De allí habría pasado a Antioquía, llevado por san Pedro. Posteriormente se habría trasladado a Roma, donde fue usado por 23 papas hasta el pontificado del griego san Sixto II. Este papa (que ejerció el papado durante un año, desde 257 a 258), asustado por la persecución romana, lo envió a Huesca (España) custodiado por el joven diácono Lorenzo para que fuera escondido en las lejanas montañas de Aragón.
El grial es parte de la mitología cristiana medieval, es decir que carece de referencias específicas en los textos bíblicos. Diversos elementos han entrado en la formación del mito, entre ellos; las leyendas monacales con su contenido alegórico y las referecias, precristianas, a recipientes mágicos como el cuerno de la abundancia o los calderos de la tradición céltica.
Autores posteriores identifican al Grial con la Piedra filosofal de los alquimistas, las supuestas reliquias halladas por los Templarios o una alusión velada a la descendencia de Jesús. En su mayor parte estos investigadores se vinculan a teorías conspirativas elaboradas con escasa rigurosidad histórica.

El Mito del Eden?
Según este pasaje, Adán nació antes que se formaran los montes; asistía al consejo divino, y, ambicioso de una gloria mayor, robó la sabiduría, haciendo así por su cuenta lo que, en la versión del Génesis, le indujeron a hacer a Eva y la sutil serpiente. Su robo recuerda el mito griego de Prometeo, que robó el fuego del cielo como un don para los hombres, a los que él mismo había creado, y sufrió por ello el terrible castigo del dios Zeus.

La "Hierba de la Inmortalidad" en Sumer

Algunos elementos del mito de la Caída del Hombre en el Génesis son muy antiguos, pero la composición es posterior, e inclusive en algunos lugares indica influencia griega. La Epopeya de Gilgamesh, la versión más antigua (ca. 2000 a.C.), describe cómo Aruru, la diosa del amor súmera, creó con arcilla a Enkidu. Una sacerdotisa cubrió su desnudez utilizando parte de su vestido. Su hermano Gilgamesh fue en busca de la "hierba de la inmortalidad". Entró en un túnel tenebroso y salió a un paraíso de árboles de los que colgaban joyas y el que pertenecía a la diosa de la sabiduría. Gilgamesh encontró la hierba, pero una serpiente se la robó.

Según Gén. III: 20, Adán llama a Eva "la madre de todos los vivientes", título de esa misma diosa del amor, Aruru o Ishtar; y ella le otorga la sabiduría, lo mismo que la sacerdotisa de Aruru a Enkidu.

EL diluvio

La Epopeya de Gilgamesh La historia, pues, comienza cerca del año 3100 a.C. en la tierra que ahora se llama Irak. A lo largo del curso bajo de los ríos Tigris y Éufrates vivía el pueblo de los sumerios, que fue el inventor de la escritura, así como de algunas otras cosas. Los sumerios tuvieron que afrontar desastres naturales y alrededor del año 2.800 a.C. los rios, que eran el origen de su vida -gracias al riego y a la agricultura-, causaron una inundación. Lo hacían periodicamente, como todos los ríos, pero en aquella ocasión la inundación fue muy seria.

No sabemos realmente por qué el incidente fue tan inusualmente desastroso -sea por las lluvias copiosas, por las altas mareas, por un maremoto, o por un meteoro que cayó en el Golfo Pérsico-. En cualquier caso se inundó buena parte del valle y se debieron perder muchas vidas.

Con el tiempo, la inundación cedió y se produjo una recuperación, pero desde entonces y para siempre los sumerios se refirieron a todo lo que ocurría como 'antes del diluvio' o 'después del diluvio'. Naturalmente, como no sabían qué era lo que había provocado el diluvio, como no lo sabemos nosotros, echaron la culpa a los dioses (ésa es la ventaja de la religión: nunca faltan explicaciones para todo).

Hubo un escritor en Sumeria que tuvo la brillante idea de relatar la historia del diluvio, pero haciéndola un poco más dramática de lo que había sido en realidad. ¿Por qué decir que se ahogaron unos cuantos miles de personas? ¡Que se ahogue todo el mundo! Pero con la excepción de una persona y su familia, de modo que pudiera explicarse la existencia de otros seres humanos en la Tierra.

El mito de Moises?
El rey acadio reinó aproximadamente entre 2334-2279 a.C., y fue el artífice del primer imperio del mundo, conquistando la totalidad del sur de Mesopotamia del sur así como partes de Siria, Anatolia, y Elam (Irán occidental). Estableciendo la primera dinastía semítica de la región y fue considerado el fundador la tradición militar de Mesopotamia.

SARGÓN DE AKKAD era un hombre hecho a si mismo, de orígenes humildes; un jardinero, lo había encontrado cuando era un bebé que flotaba en el interior de una cesta en el río, lo adoptó y le enseño su oficio. Su padre es desconocido; su propio nombre durante su niñez también es desconocido; se dice que su madre ha sido una sacerdotisa de un pueblo en el Éufrates medio.
Sin la ayuda de relaciones influyentes, logró el puesto de escanciador del gobernante de la ciudad de Kish, en el norte de la tierra de Sumer

De donde vienen Los diez mandamientos?
El Libro de los Muertos, o Peri Em Heru "Libro para salir al día", es un texto funerario compuesto por un conjunto de fórmulas mágicas o sortilegios, rau, que ayudaban al difunto, en su estancia en la Duat, a superar el juicio de Osiris, y viajar al Aaru, según la Mitología egipcia.

La redacción del Libro de los Muertos se data durante el Imperio Nuevo, aunque para encontrar sus orígenes hay que remontarse a los Textos de las Pirámides del Imperio Antiguo que evolucionó posteriormente en los Textos de los Sarcófagos del Imperio Medio. Estas sucesivas transformaciones conllevan que esta colección heterogénea de fórmulas contenga textos funerarios de todas las épocas de la historia de Egipto. Destacan tres versiones diferentes del Libro de los Muertos, que se fueron sucediendo a través de la historia:

“Las almas de los egipcios muertos se justificaban ante Osiris con esta confesión: “Traigo en mi corazón la verdad y la justicia, pues he arrancado de él todo mal. No he hecho sufrir a los hombres. No he tratado con los malos. No he cometido crímenes. No he hecho trabajar en mi provecho con abuso. No he maltratado a mis servidores, No he blasfemado de los dioses. No he privado al necesitado de lo necesario para la subsistencia. No he hecho llorar. No he matado ni mandado matar. No he tratado de aumentar mis propiedades por medios ilícitos, ni de apropiarme de los campos de otro. No he manipulado las pesas de la balanza. No he mentido. No he difamado. No he cometido jamás adulterio. He sido siempre casto en la soledad. No he cometido con otros hombres pecados contra naturaleza. No he faltado jamás al respeto debido a los dioses” (Libro de los Muertos, cap 125)

si los transformar un poco y le pone un No adelante de cada sortilegios es igual a cada mandamiento

otro mito mas, por cierto el Genesis son cuentos de la epopeya de Gilgamesh, el Eden,Diluvio,ect...

el mito de Moises viene del Mito de Sargon de Akkad.


El abogado del diablo (en latín advocatus diaboli) o promotor de la fe (en latín Promotor Fidei) es el apelativo popular con el que se alude al procurador fiscal en los antiguos juicios o procesos de canonización de la Iglesia Católica.

El oficio de este abogado, generalmente clérigo doctorado en derecho canónico, era objetar, exigir pruebas y descubrir errores en toda la documentación aportada para demostrar los méritos del presunto candidato a los altares como beato o santo. Si bien su papel le hacía aparecer figuradamente alineado entre las filas de los que se oponen al candidato (de donde procede el mote de «abogado del diablo», para este «defensor del otro bando») en realidad se encargaba de defender la autenticidad de las virtudes del que será propuesto como modelo a imitar por el pueblo católico.

Fue establecido en 1587 y abolido por el papa Juan Pablo II en 1983. La agilización del proceso le permitió realizar casi 500 canonizaciones y más de 1.300 beatificaciones, frente a las 98 canonizaciones de sus predecesores en el siglo XX.

El término abogado del diablo se aplica por extensión a personas que defienden una posición en la que no necesariamente creen, o a quienes presentan a otro debatiente un argumento contra una posición en la que sí creen. Este proceso permite comprobar la calidad del argumento original e identificar las debilidades de su defensa.

Nazaret es muy importante para los cristianos debido a que, supuestamente, los años de la vida privada de Jesús estuvieron aquí, aunque ningún indicio literario o hallazgo arqueológico lo confirman.

Las evidencias arqueológicas indican que en el siglo I era una muy pequeña aldea agrícola, situada en la ladera de una montaña, practicamente no existi un pueblo llamado Nazaret para el tiempo de Jesus, con dos o tres docenas de familias. Las casas estaban agrupadas hacia el extremo sur de la colina y solían componerse de una parte de albañilería que se usaba para habitaciones, adosada a una o varias grutas, naturales, o excavadas en la roca, que utilizaban como depósitos.

El pasaje de Job es un poema no es un echo historico, es ma que todo un problema filosofico
Desde el punto de vista de la mentalidad judía, el problema que ofrece el libro de Job es complicadísimo. Para el judío, todo el Bien y todo el Mal proviene de Dios, porque Él ha creado todo. Dios, al mismo tiempo, es completamente justo y observa una moralidad completa. ¿Cómo es posible que someta a Job a la aparente injusticia que se narra en el libro?

Correspondió, entonces, estudiar la forma en que Dios opera Su justicia. La respuesta de los libros bíblicos es que:

1. Dios ejerce la justicia en el mundo real, y
2. Dios ejerce la justicia en forma colectiva.

ante de comensar el pasaje dice DE LA HISTORIA PASAMOS AL POEMA, pero como nadie le las letras chika ni entre lineas

un fragmento del Evangelio de Juan y que data, según los cálculos más extendidos, de hacia 125, es decir, aproximadamente un siglo después de la fecha probable de la muerte de Jesús (hacia el año 30)

A diferencia de lo que ocurre con otros personajes de la Antigüedad, pero al igual que sucede con otros muchos, no existen evidencias arqueológicas que permitan verificar la existencia de Jesús de Nazaret. La explicación principal que se da a este hecho es que Jesús no alcanzó en su tiempo una relevancia suficiente como para dejar constancia en fuentes.

los 4 evangelios fueron escritos por los cuentos de los abuelos que conosieron a los supuestos aposteles.


os cristianos creen que el símbolo del pez representa al pescador de hombres, eso es falso la verdad es que el pez se usa porque los primeros cristianos usaban el pez porque Jesus se escribe muy paresido a pez en griego y usaban ese símbolo para identificarse, la otra verdad es que Jesús """nació""" en la era de pisis, como Moises apareció en la era de Aries y por eso lo judíos se identifican con el carnero y usan el cuerno, y por eso cuando Moisés baja del monte Sinai había unos judíos adorando a un Toro, por era la edad de Tauro y Moisés mana a matar a todos esos judío, el mismo Jesús anuncio una nueva era la de acuario ver Lucas 22.10 el hombre con el cántaro se representa como acuario
La palabra pez en griego , se escribía con cinco
letras, fue adoptado como una forma de identidad
en la fe, ya que es una especie de acróstico, cada
letra representaba lo siguiente:
Jesus
Cristo
Dios
Hijo
Salvador

Dios es un concepto teológico, filosófico y antropológico que hace referencia a una suprema deidad adorada por algunas religiones, en especial las de origen abrahámico y aquellas relacionadas. Su conceptualización ha sido tema de debate en casi todas las civilizaciones humanas.

El vocablo «dios» se escribe en español con mayúscula como sustantivo propio cuando se refiere a la idea de ser supremo de las religiones monoteístas, como son el judaísmo, el cristianismo, el islam y, quizá en menor medida, el zoroastrismo o mazdeísmo.

En la tradición cristiana, desde la Edad Media, Dios es objeto de estudio de la teología. Desde tiempos de Santo Tomás de Aquino (1225-1274), se asume que la existencia de Dios no es tarea comprobable por el método científico, sino que su existencia ha de demostrarse en el ámbito de la metafísica.

En el Islam, el Corán no discute en profundidad el tema de demostrar la existencia de Dios, ya que dice ésta es confirmada por el instinto humano puro y sano (así como por la mente no contaminada con «la impureza del politeísmo»). Más aun, la afirmación de la Unidad Divina, es algo natural e instintivo.
Etimología

En castellano, al igual que en las otras lenguas romances, la palabra «Dios» viene directamente del latín deus, ‘deidad, dios’.

Como curiosidad, podemos decir que es idéntica en pronunciación al griego Διός (diós), forma genitiva de Zeus (nombre del dios principal de los griegos). Incluso algunos filólogos consideran que la palabra latina deus proviene del griego Ζέυς (Zeus); aunque también es muy plausible que sea una simple variación fonética de θεός (theós), que significa igualmente ‘deidad, dios’. En lenguas precolombinas, teotl significa dios, este término también es similar a deus.

El latín deus, en otras lenguas romances, derivó en deus (gallego y portugués), dieu (francés), dio (italiano) y déu (catalán).

Hay una serie de nombres de Dios en las lenguas indoeuropeas que se interpretan como derivadas de una única forma original, protoindoeuropea, Dyeus. Éste habría sido el nombre del Dios dominante del panteón protoindoeuropeo. Encontramos una forma próxima a la original en el sánscrito antiguo: deiw-os. El nombre aparece sistemáticamente asociado en la mayoría de los casos a p’ter, que significa padre. En el sánscrito tardío esta forma ha evolucionado a Dyaus Pitar. Entre las diversas derivaciones tenemos el griego Zeus Pater cuya forma latinizada es Iu Piter (Júpiter), y también la expresión latina tardía, nuevamente derivada del griego, Deus Pater, que en español evoluciona a ‘Dios Padre’. En las lenguas germánicas la palabra para designar a Dios tiene la raíz got-, de donde vienen god (inglés) o gott (alemán). De esta misma raíz podría derivarse el nombre del pueblo godo. El origen de la palabra gott es muy antiguo y solo pudo haberse originado de las lenguas germanas antiguas. Las lenguas iranias utilizan esta misma raíz indoeuropea: así en persa moderno se dice jodā (خدا), y en kurdo, xhwedê. La raíz se origina del segundo participio sustantivado del indogermánico *ghuto-m, de la raíz verbal *ghau (‘llamar, hacer una llamada’). De esta manera, Dios sería ‘el ser llamado’.
El nombre Yahvé o su derivación Jehová procede del hebreo yhwh y no guarda parentesco con ninguna de las formas indoeuropeas de designar al dios supremo. Yahvé es el nombre propio bíblico de Dios, mientras que para referirse a la divinidad de un modo genérico las lenguas semíticas poseen la raíz El, que ha dado lugar, entre otras, al árabe Allah o al hebreo Elohim.


La piedra filosofal es una sustancia que según la alquimia tendría propiedades extraordinarias, como la capacidad de transmutar los metales vulgares en oro. Existen dos tipos de piedra: la roja, capaz de transmutar metales innobles en oro, y la blanca, cuyo uso transforma dichos metales innobles en plata. La roja se obtiene empleando la Vía Seca; la blanca a través de la Vía Húmeda; en ambos casos el elemento de partida es la pirita de hierro.
Sus orígenes parecen estar en una antigua teoría alquímica que proponía analizar los elementos Aristotélicos atendiendo a sus cuatro "cualidades básicas": calor, frío, sequedad y humedad. El fuego sería caliente y seco, la tierra fría y seca, el agua fría y húmeda y el aire caliente y húmedo. Más aún, la teoría propone que cada metal es una combinación de los cuatro principios. Aunque se debe resaltar que después llegaron a la conclusión de que los elementos eran azufre, plomo y oro.

De ella se desprende el fenómeno de transmutación; es decir, el cambio de la naturaleza de un elemento en función del cambio en sus cualidades.

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