viernes, 12 de junio de 2009

La Rebelion De Lucifer

El Libro De Urantia
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DOCUMENTO 53
LA REBELIÓN
LUCIFER era un brillante Hijo Lanonandek primario de Nebadon. Había servido en muchos sistemas, había sido un consejero elevado de su grupo, y se distinguía por su sabiduría, sagacidad y eficiencia. Lucero, o sea, Lucifer era el número 37 de su orden, y cuando fue comisionado por los Melquisedek, se le distinguió como una de las cien personalidades más hábiles y brillantes entre más de setecientos mil de su tipo. Desde comienzos tan magníficos, a través del mal y del error, abrazó el pecado y ahora se lo numera como uno de los tres Soberanos del Sistema en Nebadon que sucumbieron al impulso del yo y se rindieron a los sofismas de la libertad personal espuria —el rechazo de la lealtad universal y el descuido de las obligaciones fraternales, la ceguera a las relaciones cósmicas.

En el universo de Nebadon, el dominio de Cristo Micael, hay diez mil sistemas de mundos habitados. En toda la historia de los Hijos Lanonandek, en todo su trabajo a través de estos miles de sistemas y en la sede central del universo, tan sólo tres Soberanos de los Sistemas han sido hallados en desacato al gobierno del Hijo Creador.
1. LOS LÍDERES DE LA REBELIÓN

Lucifer no era un ser ascendente; fue un Hijo creado del universo local, y de él se dijo: «Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló en ti injusticia». Muchas veces había estado en consejo con los Altísimos de Edentia. Y Lucifer reinaba «sobre la montaña sagrada de Dios», la montaña administrativa de Jerusem, porque era el ejecutivo en jefe de un gran sistema de 607 mundos habitados.

Lucifer era un ser magnífico, una personalidad brillante; estaba junto a los Padres Altísimos de la constelación en la línea directa de la autoridad universal. A pesar de la transgresión de Lucifer, antes del autootorgamiento de Micael en Urantia, las inteligencias subordinadas evitaron faltarle al respeto y desdeñarlo. Aun el arcángel de Micael, al tiempo de la resurrección de Moisés, «no emitió juicio contra él, sino que simplemente dijo: 'el Juez te reprenda'». El juicio en tales asuntos pertenece a los Ancianos de los Días, los gobernantes del superuniverso.

Lucifer es ahora el Soberano caído y depuesto de Satania. La autocontemplación es sumamente desastrosa, aun para las personalidades excelsas del mundo celestial. De Lucifer se dijo: «Tu corazón se enalteció por tu hermosura; tu esplendor corrompió tu sabiduría». Vuestro antiguo profeta vio este triste estado cuando escribió: «¡Cómo caíste de los cielos, O Lucero, hijo de la mañana! ¡Cómo has sido derribado, tú que te atreviste a confundir a los mundos!».

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Muy poco se oyó acerca de Lucifer en Urantia debido al hecho de que asignó a su primer ayudante, Satanás, para abogar por su causa en vuestro planeta. Satanás formaba parte del mismo grupo primario de Lanonandek pero no había actuado nunca como Soberano del Sistema; participó plenamente en la insurrección de Lucifer. El «diablo» no es sino Caligastia, el Príncipe Planetario depuesto de Urantia y un Hijo de la orden secundaria de Lanonandek. Cuando Micael estaba en Urantia en la carne, Lucifer, Satanás y Caligastia se aliaron para precipitar el fracaso de la misión de autootorgamiento. Pero claramente fracasaron.

Abadón era el jefe del séquito de Caligastia. Siguió a su jefe en la rebelión y desde entonces ha actuado como jefe ejecutivo de los rebeldes de Urantia. Beelzebú era el líder de los seres intermedios desleales que se aliaron con las fuerzas del traicionero Caligastia.

El dragón se volvió finalmente la representación simbólica de todos estos personajes malvados. Cuando triunfó Micael, «Gabriel bajó de Salvington y encadenó al dragón (todos los líderes rebeldes) por una edad». De los rebeldes seráficos de Jerusem se ha escrito: «Y a los ángeles que no mantuvieron su estado primario sino que abandonaron su propia morada, aseguró con fuertes cadenas de oscuridad hasta el juicio del gran día».
2. LAS CAUSAS DE LA REBELIÓN

Lucifer y su primer asistente, Satanás, habían reinado en Jerusem por más de quinientos mil años cuando en su corazón comenzaron a alinearse contra el Padre Universal y su Hijo Micael por entonces vicegerente.

No existían en el sistema de Satania condiciones peculiares o especiales que sugiriesen o favoreciesen la rebelión. Creemos que la idea se originó y formó en la mente de Lucifer, y que pudo haber instigado dicha rebelión sin importar donde estuviera estacionado. Lucifer anunció primero sus planes a Satanás, pero se requirieron varios meses para que éste se convirtiera a las teorías rebeldes, se volvió un defensor atrevido y entusiasta de la «la autoaserción y libertad».

Nadie jamás le sugirió a Lucifer la idea de una rebelión. La idea de la autoaserción, en oposición a la voluntad de Micael y a los planes del Padre Universal, tal como los presentaba Micael, tuvo origen en su propia mente. Sus relaciones con el Hijo Creador habían sido íntimas y siempre cordiales. En ningún momento antes de la exaltación de su propia mente expresó Lucifer abiertamente falta de satisfacción respecto de la administración del universo. A pesar de su silencio, por más de cien años del tiempo estándar, el Unión de los Días en Salvington había estado reflectivando a Uversa que no reinaba completamente la paz en la mente de Lucifer. Esta información también fue comunicada al Hijo Creador y a los Padres de la Constelación de Norlatiadek.

A lo largo de este período Lucifer se volvió cada vez más crítico del plan total de la administración universal, pero siempre profesó lealtad sincera a los Gobernantes Supremos. Su primera deslealtad abierta se manifestó con motivo de una visita de Gabriel a Jerusem, apenas unos pocos días antes de la proclamación abierta de la Declaración Luciferina de Libertad. Gabriel tan profundamente se impresionó por la certidumbre de una ruptura próxima que se dirigió directamente a Edentia para conferenciar con los Padres de la Constelación sobre las medidas a emplear en el caso de una rebelión abierta.
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Es muy difícil señalar la causa o las causas exactas que finalmente culminaron en la rebelión de Lucifer. Tan sólo estamos seguros de una cosa, y eso es: sean cuales fueren estos comienzos, tuvieron origen en la mente de Lucifer. Debe haber existido una vanagloria del yo que se alimentó hasta el punto del autoengaño, de modo que Lucifer, durante un período, verdaderamente se convenció de que su idea rebelde realmente redundaría en el bien del sistema, si no del universo entero. Para cuando sus planes ya le habían llevado al desencanto, sin duda estaba demasiado metido como para que su orgullo original y dañino le permitiese detenerse. En algún momento durante esta experiencia se volvió insincero, y el mal evolucionó en pecado deliberado y volitivo. El hecho de que así fue se comprueba por la conducta subsiguiente de este brillante ejecutivo. Durante mucho tiempo se le ofreció la oportunidad de arrepentirse, pero tan sólo algunos de sus subordinados aceptaron la misericordia ofrecida. El Fiel de los Días de Edentia, por solicitud de los Padres de la Constelación, presentó personalmente el plan de Micael para la salvación de estos rebeldes flagrantes, pero la misericordia del Hijo Creador fue siempre rechazada y rechazada con desprecio y desdén cada vez mayores.
3. EL MANIFIESTO DE LUCIFER

Cualesquiera hayan sido los orígenes primeros de la desazón en los corazones de Lucifer y Satanás, la explosión final tomó la forma de la Declaración Luciferina de Libertad. La causa de los rebeldes se expresó bajo tres encabezamientos:

1. La realidad del Padre Universal. Lucifer alegaba que el Padre Universal en realidad no existía, que la gravedad física y la energía espacial eran inherentes al universo, y que el Padre era un mito inventado por los Hijos Paradisiacos con el objeto de retener el gobierno de los universos en el nombre del Padre. Negó que la personalidad fuera un don del Padre Universal. Aun sugirió que los finalistas estaban en confabulación con los Hijos Paradisiacos para imponer el fraude sobre toda la creación, puesto que nunca volvían trayendo una idea muy clara de la personalidad auténtica del Padre tal como se la discierne en el Paraíso. Confundió reverencia por ignorancia. La acusación era enorme, terrible, y blasfema. Fue este ataque velado contra los finalistas el que sin duda influyó sobre los ciudadanos ascendentes por entonces en Jerusem para que éstos permanecieran firmes y se mantuvieran constantes en su resistencia a todas las propuestas rebeldes.

2. El gobierno universal del Hijo Creador —Micael. Lucifer sostenía que los sistemas locales debían de ser autónomos. Protestó contra el derecho de Micael, el Hijo Creador, a la soberanía de Nebadon en nombre de un hipotético Padre Paradisiaco y la exigencia de que todas las personalidades reconocieran su lealtad a este Padre invisible. Afirmó que el entero plan de adoración era un esquema sagaz para agrandar a los Hijos Paradisiacos. Estaba dispuesto a reconocer a Micael como su Padre Creador, pero no como su Dios y gobernante legítimo.

Atacó con gran amargura el derecho de los Ancianos de los Días —«potentados extranjeros»— de interferir en los asuntos de los sistemas y universos locales. Denunció estos gobernantes como tiranos y usurpadores. Exhortó a sus seguidores a que creyeran que ninguno de estos gobernantes podía hacer nada para interferir en la operación de la autonomía completa si los hombres y los ángeles tenían el valor de afirmarse a sí mismos y reclamar atrevidamente sus derechos.

Sostenía que se podía impedir a los ejecutores de los Ancianos de los Días actuar en los sistemas locales si los seres nativos se atrevían a afirmar su propia inde-
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pendencia. Mantenía que la inmortalidad era inherente en las personalidades del sistema, que la resurrección era natural y automática, y que todos los seres vivirían eternamente salvo cuando se lo impidiesen acciones arbitrarias e injustas de los ejecutantes de los Ancianos de los Días.

3. El ataque contra el plan universal de capacitación de los mortales ascen- dentes. Lucifer sostenía que se gastaba demasiado tiempo y energía en el esquema de capacitar en forma tan completa a los mortales ascendentes sobre los principios de la administración del universo, principios que según él, eran poco éticos pero irracionales. Protestó contra el programa que duraba una entera edad de preparación de los mortales del espacio para un destino desconocido y señaló la presencia del cuerpo de los finalistas en Jerusem como prueba de que estos mortales habían pasado edades preparándose para un destino de pura ficción. Burlonamente señaló que los finalistas habían encontrado un destino no más glorioso que el de volver a las humildes esferas similares a las de su propio origen. Sugirió que demasiada disciplina y capacitación prolongada les habían corrompido y que en realidad eran traidores de sus semejantes mortales puesto que ahora cooperaban en un esquema de esclavización de la creación entera a las ficciones de un mítico destino eterno para los mortales ascendentes. Advocó que los ascendenteros debían disfrutar de la libertad de autodeterminación individual. Desafió y condenó el entero plan de ascensión mortal tal como estaba patrocinado por los Hijos de Dios Paradisiacos y apoyado por el Espíritu Infinito.

Y fue con una Declaración de Libertad de este tipo que Lucifer lanzó su orgía de oscuridad y muerte.
4. EL ESTALLIDO DE LA REBELIÓN

El manifiesto de Lucifer fue emitido en el cónclave anual de Satania en el mar de cristal, en presencia de las huestes reunidas de Jerusem, el último día del año, alrededor de doscientos mil años atrás, tiempo de Urantia. Satanás proclamó que se podrían adorar las fuerzas universales —físicas, intelectuales y espirituales— pero que tan sólo se podrá tener lealtad al gobernante presente y actual, Lucifer, el «amigo de los hombres y de los ángeles» y el «Dios de la libertad».

La autoaserción fue el grito de batalla de la rebelión de Lucifer. Uno de sus argumentos principales fue que, si el autogobierno era bueno y justo para los Melquisedek y otros grupos, debía de ser igualmente bueno para todas las órdenes de inteligencia. Fue atrevido y persistente en advocar la «igualdad de la mente» y «la hermandad de la inteligencia». Afirmaba que todo gobierno debía limitarse a los planetas locales y a su confederación voluntaria en los sistemas locales. Rechazaba toda la demás supervisión. Prometió a los Príncipes Planetarios que gobernarían los mundos como ejecutivos supremos. Denunció la ubicación de las actividades legislativas en la sede central de la constelación y la conducta de los asuntos judiciales en la capital del universo. Sostenía que todas estas funciones de gobierno debían estar concentradas en las capitales de los sistemas y procedió a establecer su propia asamblea legislativa y organizó sus propios tribunales bajo la jurisdicción de Satanás. Y llamó a los príncipes de los mundos apóstatas para que hicieran lo mismo.

Todo el gabinete administrativo de Lucifer le siguió y todos prestaron juramento públicamente como funcionarios de la administración del nuevo jefe de «mundos y sistemas liberados».
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Aunque han habido dos rebeliones previas en Nebadon, éstas acontecieron en constelaciones distantes. Lucifer sostenía que estas insurrecciones no habían triunfado porque la mayoría de las inteligencias fracasó en seguir a sus líderes. Opinaba que «el gobierno pertenece a las mayorías», que «la mente es infalible». La libertad que le brindaron los gobernantes universales aparentemente contribuyó a alimentar muchas de sus opiniones nefastas. Desafió a todos sus superiores; sin embargo no parecieron tomar nota de sus acciones. Se le permitió proseguir en su plan seductor sin obstáculos ni frenos.

Todas las demoras misericordiosas de la justicia, las señaló Lucifer como prueba de la incapacidad de los Hijos Paradisiacos para detener la rebelión. Él desafiaba abiertamente y en forma arrogante a Micael, a Emanuel, a los Ancianos de los Días y luego señalaba el hecho de que no se había producido acción alguna, como prueba positiva de la impotencia de los gobiernos universales y superuniversales.

Gabriel estaba presente personalmente a lo largo de todos estos procedimientos desleales y tan sólo anunció que él, a su debido tiempo, hablaría por Micael, y que todos los seres tendrían libertad y no serían molestados en su elección; que el «gobierno de los Hijos en nombre del Padre tan sólo deseaba lealtad y devoción voluntarias, sinceras y a prueba de sofismas».

Se le permitió a Lucifer establecer completamente y organizar totalmente su gobierno rebelde, antes de que Gabriel hiciera esfuerzo alguno por disputar su derecho a la secesión ni por contrarrestar la propaganda rebelde. Pero los Padres de la Constelación inmediatamente confinaron la acción de estas personalidades desleales al sistema de Satania. Sin embargo, esta demora fue un período de gran prueba y comprueba para los seres leales de toda Satania. Durante varios años todo fue caótico, y hubo gran confusión en los mundos de estancia.
5. LA NATURALEZA DEL CONFLICTO

Cuando estalló la rebelión de Satania, Micael se aconsejó con su hermano Paradisiaco, Emanuel. Después de esta conferencia pletórica, Micael anunció que seguiría la misma política que había caracterizado su trato en levantamientos similares en el pasado, o sea, una actitud de no interferencia.

En el momento de esta rebelión y de las dos que la precedieron no existía una autoridad soberana absoluta y personal en el universo de Nebadon. Micael gobernaba por derecho divino, como vicegerente del Padre Universal, pero aún no por su propio derecho personal. No había completado su carrera de autootorgamiento; aún no se le había otorgado de «todo el poder en el cielo y en la tierra».

Desde el momento en que estalló la rebelión hasta el día de su coronación como soberano gobernante de Nebadon, Micael no interfirió jamás con las fuerzas rebeldes de Lucifer; se les permitió a éstas seguir un curso libre por casi doscientos mil años del tiempo urantiano. Cristo Micael tiene ahora amplio poder y autoridad para tratar pronta y aun sumariamente tales estallidos de deslealtad, pero no creemos que esta autoridad soberana le conduzca a actuar en forma diferente si se produce otro levantamiento semejante.

Puesto que Micael eligió mantenerse al margen de la actividad de guerra de la rebelión de Lucifer, Gabriel convocó su séquito personal en Edentia y, por consejo de los Altísimos, eligió asumir el mando de las huestes leales de Satania. Micael permaneció en Salvington mientras que Gabriel prosiguió a Jerusem, y
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estableciéndose en la esfera dedicada al Padre —el mismo Padre Universal cuya personalidad Lucifer y Satanás ponían en duda—, en la presencia de las huestes reunidas de las personalidades leales, izó la bandera de Micael, el emblema material del gobierno Trinitario de toda la creación, los tres círculos concéntricos azules sobre un fondo blanco.

El emblema de Lucifer era una bandera blanca con un círculo rojo, en el centro del cual aparecía un sólido círculo negro.

«Había guerra en los cielos; el comandante de Micael y sus ángeles lucharon contra el dragón (Lucifer, Satanás y los príncipes apóstatas); y el dragón y sus ángeles rebeldes lucharon pero no prevalecieron». Esta «guerra en los cielos» no fue una batalla física tal como se la puede concebir en Urantia. En los primeros días de la lucha Lucifer permaneció continuamente en el anfiteatro planetario. Gabriel condujo una exposición incesante de los sofismas rebeldes desde su sede central situada en las cercanías. Las varias personalidades presentes en la esfera que tuvieran duda en cuanto a su actitud se trasladaban de uno a otro sitio, escuchando las disertaciones hasta llegar a una decisión final.

Pero esta guerra en los cielos fue muy terrible y muy real. Aunque no exhibía ninguna de las barbaridades tan características de la guerra física en los mundos inmaduros, este conflicto era mucho más mortífero; la vida material corre peligro en el combate material, pero la guerra en los cielos se peleó en términos de vida eterna.
6. UN COMANDANTE SERÁFICO LEAL

Hubo muchas acciones nobles e inspiradoras de devoción y lealtad que realizaron numerosas personalidades durante el período que cursó entre el estallido de las hostilidades y la llegada del nuevo gobernante del sistema y de su séquito. Pero la más emocionante de todas estas hazañas valerosas de devoción fue la valiente conducta de Manotia, el segundo en la línea de mando de los serafines de la sede central de Satania.

Cuando estalló la rebelión en Jerusem, el jefe de las huestes seráficas abrazó la causa de Lucifer. Esto indudablemente explica por qué un número tan grande de la cuarta orden, los serafines administradores del sistema, se descarrió. El líder seráfico estaba espiritualmente cegado por la personalidad brillante de Lucifer; sus maneras encantadoras fascinaban a las órdenes más bajas de seres celestiales. Simplemente no podían comprender que fuese posible que una personalidad tan deslumbrante errara.

No hace mucho tiempo, al describir las experiencias asociadas con el comienzo de la rebelión de Lucifer, Manotia dijo: «Pero el momento más embriagante fue la emocionante aventura relacionada con la rebelión de Lucifer cuando, en mi calidad de segundo comandante seráfico, me negué a participar en el proyecto de agravio a Micael; y los poderosos rebeldes intentaron destruirme por medio de las fuerzas de enlace que habían formado. Hubo un tremendo levantamiento en Jerusem, pero ni uno de los serafines leales sufrió daño.

«Cuando se produjo la falta de mi superior inmediato, a mí me tocó asumir el mando de las huestes angélicas de Jerusem como director titular de los confusos asuntos seráficos del sistema. Los Melquisedek me apoyaron moralmente, una mayoría de los Hijos Materiales me asistió hábilmente. Un enorme grupo de mi propia orden, me desertaron, pero los mortales ascendentes en Jerusem me apoyaron magníficamente.

«Habiendo sido automáticamente despedidos de los circuitos de la constelación por la secesión de Lucifer, dependíamos de la lealtad de nuestro cuerpo de información, que trasmitía los llamados de ayuda a Edentia desde el sistema cercano de Rantulia; y hallamos que el reino del orden, el intelecto de la lealtad, y el espíritu
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de la verdad eran inherentemente triunfadores sobre la rebelión, la autoaserción, y la así llamada libertad personal; pudimos proseguir hasta la llegada del nuevo Soberano del Sistema, el valioso sucesor de Lucifer. Inmediatamente después de ello, fui asignado al cuerpo de los síndicos Melquisedek de Urantia, tomando jurisdicción sobre las órdenes seráficas leales en el mundo del traicionero Caligastia, que había proclamado que su esfera formaba parte del sistema de nuevo proyecto de 'mundos liberados y personalidades emancipadas' propuesto en la infame Declaración de Libertad emitida por Lucifer en su llamado a las 'inteligencias amantes de la libertad, librepensadoras, y visionarias, en los mundos mal gobernados y mal administrados de Satania'.

Este ángel aún sirve en Urantia, actuando como jefe asociado de los serafines.
7. LA HISTORIA DE LA REBELIÓN.

La rebelión de Lucifer abarcó todo el sistema. Treinta y siete Príncipes Planetarios en secesión entregaron las administraciones de sus mundos a las filas del archirrebelde. Sólo en Panoptia el Príncipe Planetario fracasó en arrastrar a su pueblo a la rebelión. En este mundo, bajo la guía de los Melquisedek el pueblo se congregó en apoyo de Micael. Elanora, una joven de ese reino mortal, tomó el liderazgo de las razas humanas, y ni una sola alma de ese mundo trastornado por las luchas se enlistó bajo la bandera de Lucifer. Y desde aquel entonces, estos leales panoptianos han servido en el séptimo mundo de transición de Jerusem como cuidadores y constructores en la esfera del Padre y en sus siete mundos de detención que la rodean. Los panoptianos no sólo actúan como custodios literales de estos mundos, sino que también ejecutan las órdenes personales de Micael para el embellecimiento de estas esferas para una utilización desconocida del futuro. Hacen este trabajo mientras se detienen ahí, en el camino a Edentia.

Durante todo este período, Caligastia advocaba la causa de Lucifer en Urantia. Los Melquisedek se opusieron hábilmente al apóstata Príncipe Planetario, pero los sofismas de la libertad sin frenos y las ilusiones de la autoaserción tuvieron todas las oportunidades para engañar a los pueblos primitivos de un mundo joven y no desarrollado.

La propaganda para la secesión hubo de llevarse a cabo mediante el esfuerzo personal, porque se había suspendido el servicio de emisión y todas las demás avenidas de comunicación interplanetaria por acción de los supervisores de los circuitos del sistema. En el momento del estallido de la insurrección, todo el sistema de Satania fue aislado de los circuitos de la constelación y también los del universo. Durante este período, todos los mensajes que llegaban y salían eran despachados por agentes seráficos y Mensajeros Solitarios. Los circuitos a los mundos caídos también estaban cortados, de modo que Lucifer no podía utilizar esta avenida para fomentar su esquema nefasto. Y mientras el archirrebelde viva dentro de los confines de Satania no se volverán a establecer estos circuitos.

Ésta fue una rebelión Lanonandek. Las órdenes más altas de filiación del universo local no se unieron a la secesión de Lucifer, aunque algunos de los Portadores de Vida estacionados en los planetas rebeldes estuvieron un tanto influidos por la rebelión de los príncipes desleales. Ninguno de los Hijos Trinidizados se descarrió. Los Melquisedek, los arcángeles y las Estrellas Brillantes Vespertinas se mantuvieron todos leales a Micael y, con Gabriel, lucharon valientemente por la voluntad del Padre y el gobierno del Hijo.
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Ningún ser de origen en el Paraíso participó en la deslealtad. Juntamente con los Mensajeros Solitarios, establecieron su sede en el mundo del Espíritu y permanecieron bajo el liderazgo del Fiel de los Días en Edentia. Ninguno de los conciliadores traicionó, tampoco ni se descarrió uno solo de los Registradores Celestiales. Pero hubo grandes pérdidas entre los Compañeros Morontiales y los Maestros de los Mundos de Estancia.

De la orden suprema de los serafines, no se perdió ni un solo ángel, pero un grupo considerable de la orden siguiente, la orden superior, fue engañado y engatusado. Del mismo modo se descarriaron algunos de la orden tercera o supervisora de ángeles. Pero el colapso terrible se produjo en el cuarto grupo, los ángeles administradores, o sea los serafines que están normalmente asignados al servicio de las capitales de los sistemas. Manotia salvó a casi dos tercios de ellos, pero un poco más de un tercio siguieron a su jefe uniéndose a las filas rebeldes. Un tercio de todos los querubines de Jerusem vinculados a los ángeles administradores se perdieron con sus serafines desleales.

De los auxiliares angélicos planetarios, los asignados a los Hijos Materiales, aproximadamente un tercio fueron engañados, y casi diez por ciento de los ministros de transición fueron engatusados. Juan vio esto simbólicamente cuando escribió del gran dragón rojo, diciendo: «Y su cola atrajo a una tercera parte de las estrellas del cielo y las lanzó a la obscuridad».

La pérdida más grande aconteció en las filas angélicas, pero la mayoría de las órdenes más bajas de inteligencia participaron en la deslealtad. De los 681.217 Hijos Materiales perdidos en Satania, el noventa y cinco por ciento se perdieron en la rebelión de Lucifer. Grandes números de seres intermedios se perdieron en los planetas individuales cuyos Príncipes Planetarios abrazaron la causa de Lucifer.

En muchos aspectos esta rebelión fue la más desastrosa y de mayor magnitud de todos estos sucesos en Nebadon. Hubo más personalidades comprometidas en esta insurrección que en las otras dos juntas. Es deshonor eterno para ellos que los emisarios de Lucifer y Satanás no exceptuaron las guarderías de capacitación de infantes en el planeta cultural finalista, sino que más bien intentaron corromper estas mentes en desarrollo misericordiosamente salvadas de los mundos evolucionarios.

Los mortales ascendentes eran vulnerables, pero resistieron a los sofismas de la rebelión mejor que los espíritus más bajos. Aunque cayeron muchos en los mundos de estancia más bajos, aquellos que no habían logrado la fusión final con sus Ajustadores, está registrado para gloria de la sabiduría del esquema de ascensión que ni uno solo de los integrantes de la ciudadanía ascendente de Satania residentes en Jerusem participó en la rebelión de Lucifer.

Hora tras hora y día tras día las estaciones emisoras de todo Nebadon estaban repletas de ansiosos observadores de toda clase imaginable de inteligencias celestiales, que examinaban ávidamente los boletines sobre la rebelión de Satania y se regocijaban al oír narrar continuamente los informes de la lealtad inflexible de los mortales ascendentes que, bajo el liderazgo Melquisedek, triunfaron en su resistencia a los esfuerzos combinados y prolongados de todas las sutiles fuerzas del mal que tan rápidamente se habían congregado bajo el estandarte de la secesión y el pecado.

Pasaron más de dos años de tiempo del sistema entre el comienzo de la «guerra en los cielos» y la instalación del sucesor de Lucifer. Pero finalmente llegó el nuevo Soberano al mar de cristal con su séquito. Me encontraba entre las reservas movilizadas en Edentia por Gabriel, y recuerdo bien el primer mensaje de Lanaforge al Padre de la Constelación de Norlatiadek. Decía: «No se ha perdido un solo ciudadano de Jerusem. Todos los mortales ascendentes sobrevivieron la dura
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prueba y surgieron de la comprueba crucial triunfadores y victoriosos». Y este mensaje llegó a Salvington, Uversa y el Paraíso, transmitiendo la certidumbre de que la experiencia de sobrevivir en la ascensión mortal es la mayor protección contra la rebelión y la salvaguardia más segura contra el pecado. Este noble grupo de mortales fieles de Jerusem sumaba 187.432.811.

Con la llegada de Lanaforge los archirrebeldes fueron derrocados y privados de todo poder gobernante, aunque se les permitió movilizarse libremente por Jerusem, las esferas morontiales, y aun los distintos mundos habitados. Ellos continuaron sus esfuerzos de decepción y seducción para confundir y descarriar las mentes de los hombres y de los ángeles. Pero en cuanto a su tarea en el monte administrativo de Jerusem, «no se halló ya lugar para ellos».

Aunque Lucifer fue privado de toda autoridad administrativa en Satania, no existía por aquel entonces ningún poder ni tribunal del universo local que pudiese detener o destruir a este maligno rebelde; en aquella época Micael no era un gobernante soberano. Los Ancianos de los Días apoyaron a los Padres de la Constelación en la toma del gobierno del sistema, pero no han emitido jamás ninguna decisión subsiguiente en las muchas apelaciones aun pendientes respecto del estado presente y de la disposición futura de Lucifer, Satanás y sus asociados.

Así pues, estos archirrebeldes pudieron deambular por todo el sistema en busca de la incursión ulterior de sus doctrinas de descontento y autoaserción. Pero en casi doscientos mil años urantianos han sido incapaces de engañar a otro mundo. No se ha perdido ningún mundo de Satania desde la caída de los treinta y siete, ni siquiera aquellos mundos más jóvenes que fueron poblados después del día de la rebelión.
8. EL HIJO DEL HOMBRE EN URANTIA.

Lucifer y Satanás deambularon libremente por el sistema de Satania hasta que se completó la misión de autootorgamiento de Micael en Urantia. Estuvieron juntos en vuestro mundo por última vez en el momento de su ataque combinado contra el Hijo del Hombre.

Anteriormente, cuando los Príncipes Planetarios, los «Hijos de Dios» se congregaban periódicamente, «Satanás también concurría», afirmando que representaba a todos los mundos aislados de los Príncipes Planetarios caídos. Pero, desde el autootorgamiento final de Micael no se le volvió a acordar dicha libertad en Jerusem. Posteriormente a sus esfuerzos por corromper a Micael durante su autootorgamiento en la carne, toda compasión por Lucifer y Satanás ha perecido en todo Satania, o sea, fuera de los mundos aislados de pecado.

El autootorgamiento de Micael terminó la rebelión de Lucifer en todo Satania fuera de los planetas de los Príncipes Planetarios apóstatas. Y éste fue el significado de la experiencia personal de Jesús poco antes de su muerte en la carne cuando cierto día exclamó a sus discípulos: «Y contemplo cómo cae Satanás desde el cielo como un rayo». Había concurrido a Urantia con Lucifer para sostener una última contienda crucial.

El Hijo del Hombre confiaba en el éxito, y sabía que su triunfo en vuestro mundo establecería por siempre el estado de sus enemigos de toda una edad, no solamente en Satania sino también en los otros dos sistemas adonde había penetrado el pecado. Hubo supervivencia para los mortales y certidumbre para los ángeles, cuando vuestro Maestro, en respuesta a las propuestas de Lucifer, respondió calmadamente y con certidumbre divina, «Vete detrás de mí, Satanás». Ése fue, en principio, el fin verdadero de la rebelión de Lucifer. Es verdad que los tribunales de Uversa aún no han emitido la decisión ejecutiva respecto de la apelación de
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Gabriel solicitando la destrucción de los rebeldes, pero un tal decreto indudablemente será emitido en la plenitud del tiempo, puesto que el primer paso en la adjudicación de este caso ya ha sido tomado.

El Hijo del Hombre reconoció a Caligastia como Príncipe técnico de Urantia hasta cerca del tiempo de su muerte. Dijo Jesús: «Ahora es el juicio de este mundo; ahora caerá el Príncipe de este mundo». Luego aún más cerca de completar la misión de su vida anunció: «El Príncipe de este mundo es juzgado». Y es este mismo Príncipe derrocado y desacreditado que cierta vez fue llamado «Dios de Urantia».

La última acción de Micael antes de abandonar Urantia consistió en ofrecer misericordia a Caligastia y Daligastia, pero despreciaron su tierna oferta. Caligastia, vuestro Príncipe Planetario apóstata, aún está libre en Urantia de perseguir sus nefastos designios, pero no tiene absolutamente ningún poder para entrar en la mente de los hombres, ni tampoco puede acercarse a sus almas para tentarlas o corromperlas a menos que realmente deseen ser maldecidas por su malvada presencia.

Antes del autootorgamiento de Micael estos gobernantes de la oscuridad trataron de mantener su autoridad en Urantia, y persistentemente se resistieron a las personalidades menores y subordinadas. Pero a partir del día de Pentecostés, este traicionero Caligastia y su igualmente despreciable asociado Daligastia, son serviles ante la majestad divina de los Ajustadores del Pensamiento Paradisiacos y el protector Espíritu de la Verdad, el espíritu de Micael, que ha sido derramado sobre toda la carne.

Pero aún así, ningún espíritu caído tuvo jamás el poder de invadir la mente o de acosar las almas de los hijos de Dios. Ni Satanás ni Caligastia podrían tocar o acercarse a los hijos de Dios por la fe; la fe es una armadura eficaz contra el pecado y la iniquidad. Es verdad: «Aquel que nace de Dios se guarda y el maligno no le toca».

En general, cuando se supone que los mortales débiles y disolutos están bajo la influencia de los diablos y demonios es que les dominan meramente sus propias tendencias inherentes y viles, siendo descarriados por sus propias propensiones naturales. Al diablo se ha acreditado mucho del mal que no le pertenece. Caligastia ha sido comparativamente impotente a partir de la cruz de Cristo.
9. EL ESTADO PRESENTE DE LA REBELIÓN

En los primeros días de la rebelión de Lucifer, Micael ofreció salvación a todos los rebeldes. A todos los que demostraran un arrepentimiento sincero, ofreció, en cuanto llegara a la completa soberanía universal, perdón y restablecimiento a alguna forma de servicio universal. Ninguno de los líderes aceptó esta oferta misericordiosa. Pero miles de los ángeles y las órdenes inferiores de los seres celestiales, incluyendo a cientos de Hijos e Hijas Materiales, aceptaron la misericordia proclamada por los panoptianos y se les otorgó rehabilitación al tiempo de la resurrección de Jesús mil novecientos años atrás. Estos seres desde entonces han sido transferidos al mundo del Padre de Jerusem, en el cual deben permanecer, técnicamente, hasta que los tribunales de Uversa emitan una decisión en el sumario de Gabriel vs. Lucifer. Pero nadie duda de que, cuando se emita el veredicto de aniquilación, estas personalidades arrepentidas y salvadas serán eximidas del decreto de extinción. Estas almas probacionarias trabajan ahora con los panoptianos en la tarea de cuidar el mundo del Padre.
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El archiengañador no ha estado en Urantia desde los días en que intentó desviar a Micael del propósito de completar el autootorgamiento y establecerse final y certeramente como gobernante incondicional de Nebadon. Cuando Micael se volvió el jefe establecido del universo de Nebadon, Lucifer fue detenido por los agentes de los Ancianos de los Días de Uversa y desde entonces ha estado encarcelado en el satélite número uno del grupo del Padre de las esferas de transición de Jerusem. Y aquí los gobernantes de otros mundos contemplan el fin del Soberano infiel de Satania. Pablo conocía el estado de estos líderes rebeldes después del autootorgamiento de Micael, pues escribió de los jefes de Caligastia que eran «huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales».

Al asumir la soberanía suprema de Nebadon, Micael solicitó de los Ancianos de los Días la autoridad para internar a todas las personalidades que participaron en la rebelión de Lucifer hasta que se emitiesen las decisiones de los tribunales superuniversales en el juicio de Gabriel vs. Lucifer, asentado en los registros del tribunal supremo de Uversa casi doscientos mil años atrás, en vuestra medida de tiempo. En cuanto al grupo de la capital del sistema, los Ancianos de los Días otorgaron la solicitud de Micael con sólo una excepción: se permitió que Satanás realizara visitas periódicas a los príncipes apóstatas en los mundos caídos hasta que otro Hijo de Dios fuera aceptado por estos mundos apóstatas, o hasta el momento en que los tribunales de Uversa comenzaran la adjudicación del caso de Gabriel vs. Lucifer.

Satanás podía venir a Urantia porque no había un Hijo de alta categoría en residencia —ni un Príncipe Planetario ni un Hijo Material. Maquiventa Melquisedek ha sido proclamado desde entonces Príncipe Planetario vicegerente de Urantia, y la apertura del caso de Gabriel vs. Lucifer ha señalado la inauguración de regímenes temporales planetarios en todos los mundos aislados. Es verdad que Satanás visitó periódicamente a Caligastia y a otros de los Príncipes caídos hasta el momento de la presentación de estas revelaciones, momento en el cual ocurrió la primera audiencia de la solicitud presentada por Gabriel para la aniquilación de los archirrebeldes. Satanás está ahora incondicionalmente detenido en los mundos de prisión de Jerusem.

A partir del autootorgamiento final de Micael nadie en todo Satania ha deseado ir a los mundos de prisión para ministrar a los rebeldes internados. Y ningún otro ser ha sido atraído a la causa del traidor. Durante mil novecientos años no ha cambiado esta condición.

No anticipamos la eliminación de las presentes restricciones de Satania hasta tanto los Ancianos de los Días no hagan su disposición final de los archirrebeldes. Los circuitos del sistema no serán restablecidos siempre y cuando viva Lucifer. Mientras tanto, está totalmente inactivo.

La rebelión ha terminado en Jerusem. Termina en los mundos caídos en cuanto llegan los Hijos Divinos. Creemos que todos los rebeldes que en algún momento pudieran aceptar la misericordia ya lo han hecho. Aguardamos la emisión del informe de la decisión que privará a estos traidores de la existencia de la personalidad. Anticipamos que el veredicto de Uversa será pronunciado mediante la transmisión ejecutiva que efectuará la aniquilación de estos rebeldes internados. Después de ello, buscaréis sus lugares, pero no los hallaréis. «Y los que os conozcan entre los mundos se espantarán al veros; habéis sido un terror, pero nunca jamás lo seréis nuevamente». Así pues todos estos traidores especiales «serán como si nunca hubiesen sido». Todos aguardan el decreto de Uversa.

Pero durante muchas edades los siete mundos de prisión de la oscuridad espiritual en Satania han constituido una advertencia solemne para todo Nebadon, que proclama elocuente y eficazmente la gran verdad de que «el camino del
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Lucifer... La simple mención de su nombre parece evocar el olor del azufre. Se le imagina como el ángel más bello de la creación y también como el causante del mayor drama cósmico jamás ocurrido. Cuenta la leyenda que, seducido por su propio orgullo, arrastró a una gran parte de los ángeles que adoraban a Dios, provocando una rebelión cuyas consecuencias. últimas son la existencia del dolor, la maldad y la muerte en el mundo. Lucifer es considerado desde entonces como el ideólogo del mal, el instigador del lado oscuro del hombre, el tentador primero. Pero su historia está llena de contradicciones, y una de ellas es la ausencia de una verdadera historia.

Porque, un acontecimiento de tal magnitud, de tamaña trascendencia para el ser humano, no podía pasar desapercibido para los autores de la Biblia. En sus páginas deberíamos encontrar un relato pormenorizado del suceso y de cuáles fueron sus causas.

Pero no es así. De hecho, el nombre de Lucifer ya no aparece en ninguna Biblia moderna, aunque sí estuvo presente en las antiguas. Fue borrado de la historia, pero no de la leyenda. En realidad, todo el mito moderno de Lucifer parte de un equívoco, de un simple error de traducción.

"Lucifer" es una palabra latina que significa "portador de la luz". Fue empleada por San Jerónimo en Ia elaboración de la Vulgata —la versión en latín de la Biblia— para traducir el término hebreo Helel (literalmente «resplandeciente») de un texto de lsaías. Fue una elección meditada, que buscaba conciliar los distintos sentidos que —según algunos— el texto hebreo parecía contener. Y es que, ya en aquella época, algunos "Padres de la Iglesia" habían creído encontrar en aquellas palabras ¡la descripción de la caída de Satanás!

Hasta aquel entonces Lucifer —también conocido como Heósforo— era tan sólo un dios menor de la nitología grecorromana, un hijo de la diosa Aurora que nada tenía que ver con las tradiciones judías o cristianas. Su condición de descendiente de los dioses influyó en la elección que realizó San Jerónimo.

Monumento al Ángel Caído

Pero, ¿qué decía en realidad el texto de Isaías? El profeta recogía la siguiente sátira, compuesta por Yahvé evocando la derrota de su enemigo, el rey de Babilonia: «¿Cómo has caído del cielo, astro rutilante, hijo de la aurora, y has sido arrojado a la tierra, tú que vencías a las naciones? Tú dijiste en tu corazón: "El cielo escalaré, por encima de las estrellas de El elevaré mi trono y me sentaré en la montaña del encuentro, en los confines del Safón; escalaré las alturas de las nubes, me igualaré a Elyón (el Altísimo)". Por el contrario, al sol has sido precipitado, al hondón de la fosa» (Is. 14, 12-11).

La Vulgata empleó la palabra Lucifer en la traducción de la primera frase:

«¿Quomodo cecidisti de coelo, Lucifer qui mane oriebaris?...» Las sucesivas versiones a las lenguas vernáculas conservarían sin traducir esa palabra latina: «¿Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la Aurora?...» Desde entonces, Lucifer fue considerado un nombre propio. Había nacido la leyenda del ángel rebelde, el mito grecorromano resurgía, la leyenda .pagana se cristianizaba y el origen del mal en el mundo había sido, por fin, hallado. Se había creado un nuevo nombre y un nuevo personaje.

El mito sobreviviría luego al paso de las edades y muchas leyendas medievales se nutrirían de estas ancestrales raíces, creando relatos de gran belleza y simbolismo, pero Isaías -su autor primigenio- sabía muy poco de mitología clásica. Sus fuentes pertenecían a un ámbito cultural muy diferente y el fondo de sus palabras reflejaba un drama que nada tenía que ver con batallas cósmicas entre ángeles, pero sí de luchas entre dioses. O al menos entre hijos de los dioses.

La Caída de Lucifer
—Tezcat—

El rey de una nación vecina ¿invitado al jardín de Elohim? ¡Naturalmente! Tal era la prerrogativa de los dioses-reyes. Y entre ellos no podía faltar el faraón de Egipto, «creme. de la creme», quien —según Yahvé— destacaba sobre todos los demás como el más grande y hermoso cedro de su jardín: «Ningún árbol, en el jardín de Elohim, le igualaba en belleza». Pero, víctima plecisamente de su propio orgullo, se hizo merecedor del castigo divino: «Por haber exagerado su talla, levantando su copa hasta las nubes, y haberse engreído su corazón de su altura —continuaba Yahvé—, yo le he entregado en manos del conductor de las naciones, para que le trate conforme a su maldad; ¡le he desechado!» (Ez. 31).

Preparandose para la batalla

Vistas así las cosas, no es de extrañar que cayera también Lucifer, el rey de Babilonia. Pero aquí hay algo que no encaja: ¿por qué no era admitido en la asamblea de los dioses?, ¿acaso era diferente de los demás? Parece ser que sí. La mayoría de las dinastías reales de la antigüedad proclamaban ser descendientes de los dioses procedentes de los cielos. Así lo afirmaban, por ejemplo, los primeros faraones, los reyes babilónicos o los emperadores chinos. Pero no así los reyes asirios. Y ese parece ser el caso de Lucifer. Cuando Isaías escribió su poema, Babilonia se encontraba precisamente gobernada por reyes asirios. Y éstos, a diferencia de sus predecesores babilónicos, nunca pretendieron que su estirpe fuera de origen divino.

Sin embargo, tras la muerte de Salmanasar le sucede un rey de oscuros orígenes llamado Sargón II. No era hijo de su predecesor. Presumía de un linaje mucho más noble. Se jactaba de contar entre sus antepasados con 350 reyes, entre los que incluía al asirio Elu-bani (? - 69l a.C.), hijo del mítico rey conquistador Adasi. Con este abolengo no es de extrañar que reclamase el mismo trato que recibían los otros reyes-dioses, pero sus exigencias nunca fueron aceptadas. Tal vez por eso juró odio eterno a Yahvé y apoyado por la fuerza de «sus señores los grandes dioses» —reza un texto desenterrado en Nínive— Sargón II arrasó la ciudad de Samaría, venciendo así a Yahvé y a los dioses que le apoyaban. Todo el reino del norte (las diez tribus de Israel) cayó bajo su dominio. Y si el Reino del sur (Judá) sobrevivió otros cien años más fue gracias a una misteriosa pero oportuna intervención del Ángel de Yahvé, que logró exterminar en una sola noche a 185.000 asirios (2 R. 19, 35). La acción, sin embargo, llegó demasiado tarde para los 27.290 habitantes de Samaría que, junto con el resto de los israelitas capturados ya habían sido desterrados y dispersados entre otros pueblos. Estas fueron las famosas tribus perdidas de Israel.

En cuanto a Sargón II, sufrió —¡cómo no!— la muerte que se merecía. Nada mencionan las crónicas asirias, salvo que «no fue enterrado en su casa». Pero el dato indica una muerte poco heroica en batalla, hecho que encajaría perfectamente con la descripción de la Biblia: «Todos los reyes de las naciones reposan con honor, cada uno en su morada -precisaba Yahvé al final de su sátira, pero tú eres arrojado lejos de tu sepulcro, como un vástago despreciable, como un cadáver pisoteado» (ls. 14, 18-19).

Ese fue, con toda probabilidad, el fin de Lucifer, el rey despechado que conquistó todo en su vida menos el título de Hijo del Cielo. Sólo tuvo la gloria de arrebatar a Yahvé uno de sus reinos y poder demostrar así ante todos la vulnerabilidad del «dios de los dioses». Pero, ¿quién era ese tal Yahvé cuyo poder fue puesto en entredicho por un simple mortal?

Se trataba de un «dios de raza», ligado a un territorio y a un pueblo. Uno de los muchos que «controlaban», para bien o para mal, el destino de los países. Ostentaba el cargo de «dios supremo» en las asambleas que los dioses realizaban periódicamente para tratar asuntos de estado. Y su estatus fue cuestionado. Primero fue su propio hijo 8aal quien le usurpó el trono. Y luego sería el rey dé Babilonia quien pretendería desplazarle de su lugar. He ahí el Lucifer histórico, aquél a quien el tiempo y la leyenda transformarían en el «ángel que quiso ser Dios». Pero ni Yahvé ni «sus hijos» eran realmente dioses.

Los Nefilim

De entrada, la más que confusa historia de Sargón sólo parece cobrar sentido a la luz de la antigua creencia sumeria se gún la cual ciertas «personalidades» sobrevivían a la muerte física y era posible identificarlas después de que habían tomado un nuevo cuerpo recuperando entonces la misma posición social que tenían anteriormente. Según la teoría que podría derivarse de esto, los dioses caídos del cielo que dominaron la tierra en un pasado remoto —y que la tradición judeo-cristiana recuerda como Nefilim, Hijos de Dios o Ángeles Caídos— no sólo tuvieron descendientes sino que probablemente acabaron reencarnándose en esta estirpe celeste, dotada de cualidades especiales, y establecieron las monarquías hereditarias de origen divino como una forma de perpetuar su poder terrestre. [Para más detalles sobre este mito, referirse al Libro de Enoc].

Algunas escuelas esotéricas difieren de esta visión refiriendose a los espíritus Luciferinos como angeles que se rebelaron conttra el dios creador de nuestro sistema solar o de nuestro zona del Universo, siendo precipitados por ello a un nivel inferior, en el que "trajeron la luz" al hombre, enseñándole al hombre cómo podía dejar de ser un esclavo de los dioses y convirtiéndose en su propio dueño y señor. Dichos seres incorpóreos representados en diversas tradiciones coo serpientes, hicieron esto con el propósito de utilizar el cerebro del hombre para adquirir conocimiento, despertando en en él individualidad y la conciencia, pero arrojándole al tiempo en brazos del sufrimiento y la enfermedad.

Para las más diversas comentes metafisicas y esotéricas, el nombre de Lucifer personifica una poderosa realidad invisible que trasciende su estricto significado etimológico y encarna el espíritu de rebelión. Otras corrientes van más allá, afirmando que estos seres estaban dotados —por lo menos temporalmente— de cuerpo físico, capaces al mismo tiempo de actuar en otros plano más sutiles actualmente vetados al hombre. Aesto último le agregan que desde la famosa expulsión del Paraíso, el acceso a tales planos está limitado tan sólo a unos pocos seres llamados «iniciados», y que el día en que la raza humana tenga plena conciencia de esos planos, el poder de los «dioses» sobre nosotros habrá terminado. Una idea bastante intrigante, aunque no deja de ser un mito.

¿Dios o Anti-Dios?
—The Watcher—

Normalmente nos damos cuenta que los términos "Satanista" y "Adorador del Diablo" son utilizados de manera simultánea e intercambiable, en los periódicos, revistas y programas sensacionalistas, películas de horror, y hasta entre los que dicen llamarse Satanistas.

¿Cuál es la naturaleza, el origen para tal adoración, y es esa una manifestación apropida de la filosofía Satánica? Pues en cuanto a los "Adoradores del Diablo", o "diabolistas", parece que sí lo son. Mientras sigan existiendo en el Mundo Occidental, pueden hallarse entre adolescentes y psicóticos/neuróticos. Alginos de ellos se estarán rebelando contra sus padres, tratando de causar controversia, o de escapar de la realidad. Al actuar así, el Diabolista ha colocado a Satán en el lugar de Dios/Yahveh/Jehová/Jesús. Se ha convertido en un Cristiano a la inversa, pero se halla bastante lejos de lo que es verdaderamente Satánico. Satán es el 'dios' de tales personas, pero Satán no es Dios; es Anti-Dios.
LA CAÍDA

Según la mitología Judeo-Cristiana, el Hombre fue separado de su 'Creador' cuando comió del Árbol del Conocimiento, adquiriendo sabiduría y conciencia de sí mismo. Todo ésto fué prometido, al mejor estilo de Prometeo, por la Serpiente, Satán. Tal acto colocó al hombre en el camino a la divinidad potencial, y así fue como la humanidad cayó de su estado de gracia ante los ojos de Dios. (Gen. Caps. 2,3) La leyenda del Génesis es una elaboración Hebrea de la épica Babilónica de la Creación, la cual nos cuenta que el hombre atrajo sobre sí la cólera de los Dioses al adquirir, de manera similar, el don divino de la sabiduría. También aparece una serpinte. —Origen Caldeo del Génesis, tratado escrito por G. Smith. Tanto en el Génesis como en las leyendas Babilonias, el tema central es la separación del Hombre de Dios (o los Dioses), después de haber adquirido atributos divinos, por medio de un Ser considerado 'maligno' por la divinidad de turno. El don Satánico consistiría pues, en separar al hombre de la subordinación y dependencia divinas, y de las condicones de toal aburrimiento que reinan en el 'Edén', lugar en el cual nada cambia, milenio tras milenio, todo por voluntad de Dios. Es precisamente de la adoración de Dios de la que el Hombre es liberado por la 'Serpiente', de la misma manera como Satán se liberó a sí mismo y a un alto porcentaje de las huestes angélicas de la tiranía divina, narrado de manera tan brillante por John Milton en su 'Paraíso Perdido'...
BLASFEMIA

La adoración a Dios, cualquiera que sea su tipo, incluendo especialmente la adoración al Diablo, es la negación suprema del Don de Satanás, ya que su promesa a la Humanidad fue de que 'seríamos como Dioses', al liberarnos de la tiranía Divina. Los psicólogos modernos lo llaman auto-consciencia; el autodenominado AntiCristo, es decir, el filósofo alemán Friedrich Nietzsche lo llama autosuperación; ambas declaraciones se hace énfasis en el Ser, liberados de los lazos del conformismo rebañero, proclamado por la superstición sacerdotal de la moral de rebaño El único 'Dios' al que adora el Satanista es su propio Ser, lo que nos lleva a una entidad Divina concebida por nosotros. El adorar otra cosa que no sea el Ser es despreciar el Don de Satán.

Éste principio fue descrito maravillosamente por Anatole France en su obra 'La Rebelión de los Ángeles'. Satán dirige un ataque al Cielo y sale victorioso. Arroja a Ialdabaoth (es decir, Jehová) al Infierno y asume su trono... "Y Satán halló inmenso placer en la adoración y en el ejercico de su gracia; amaba escuchar sus palabras de sabiduría y ver sus muestras de poder..." "Satán, cuya piel había temblado, hace mucho tiempo, con solo pensar en la idea de que el sufrimiento prevalecía en el mundo, se sentía inaccesible a la piedad. Veía a la muerte y al sufrimiento como el feliz resultado de su omnipotencia... el sabor de la sangre de sus víctimas ascendía hasta él como el aroma del incienso... llegó a condenar la inteligencia y a odiar la curiosidad. Se negó a aprender algo más, por temor a que si adquiría más conocimientos podía dejar ver que no lo sabía todo... entonces el denso humo de la Teología llenó su cerebro... los siglos pasaban como segundos... entonces, un día, desde las alturas de su trono, dirigió su mirada a las profundidades del Abismo y vió a Ialdaboath en la Gehenna, donde él mismo lo había encadenado hacía mucho tiempo. En medio de la Oscuridad sempiterna, Ialdabaoth conservaba su porte altivo. Ennegrecido y destrozado, terrible y sublime, miró hacia arriba, al palacio del Rey del Cielo con una mirada de profundo desdén, y acto seguido tornó la faz. Y el nuevo dios, mientras miraba por encima del hombro, observó pasar ante su turbada conciencia la luz de la inteligencia y el amor. Y he aquí, que Ialdabaoth se hallaba contemplando la Tierra y, viéndola hundirse en la maldad y el sufrimiento... se levantó... y de ahí en adelante se dedicó a instruir y consolar a la humanidad..."

Pero eso no era más que una pesadilla que estaba teniendo Satán. Aún no había comenzado su guerra contra Dios, y se despertó bañado en sudor... "Camaradas" dijo Satán a los que se hallaban a su alrededor, "No! No conquistaremos los cielos! Ya tenemos poder suficiente. La guerra engendra guerra, y la victoria derrota. Dios conquistao se convertiría en Satán; Satán, al conquistar, se convertiría en Dios. Que los Hados me libren de semejante Destino; amo al Infierno que dio forma a mi genio. Amo la Tierra, donde he hecho algún bien... ahora, gracias a nosotros, dios se halla desposeído de su imperio terrestre, y todo ser pensante que habita en ese globo lo desdeña o lo desconoce. Pero qué importancia tiene que los hombres no se sometan a Ialdabaoth si el espíritu de Ialdabaoth se halla en ellos; si ellos, al igual que él, son celosos, violentos, codiciosos, y desdeñan el arte y la belleza?... en lo que a nosotros concierne... hemos derrotado a Ialdabaoth, nuestro tirano, si y sólo si en nuestro interior hemos derrotado la Ignorancia y el Temor. En nosotros, y solo en nosotros, es donde debemos atacar y destruir a Ialdabaoth."

El Satanista no reza, ni le ruega a Satán, ni realiza ejercicios de doblar la rodilla. Reconoce al dios que habita en su interior y se esfuerza para sacarlo a la luz. Si lleva a cabo rituales o declara sus creencias Satánicas, lo hace solo para evocar los poderes de su propio Ser, latente o lo que sea, y toma control de las energías que sólo hasta ahora están siendo descubiertas por las cincias mundanas.
EL PRINCIPIO SATÁNICO

¿Quién o qué es Satán? Una figura malévola de aspecto horrible demandando que se le bese el trasero para rendirle pleitesía? Leyendo el Antiguo Testamento y el Libro del Apocalipsis, tal descripción parece ajustarse más a Jehová, como lo reconoció Anatole France. La siguiente descripción del 'Diablo', hecha por Paul Carus, autor de la 'Historia del Diablo', describe bien la naturaleza de Satán, tal como es concebido por el Satanista moderno: "La Maldad personificada es repulsiva a simple vista. Pero mientras mas estudiamos la personalidad del Diablo, más fascinante nos resulta. Al principio de su existencia, el Maligno es la encarnación de todo lo que es desagradable, por lo tanto, de todo lo que es malo, malvado e inmoral. Es el odio, la destrucción y la aniquilación encarnadas, y como tal es el adversario de la existencia, del Creador, de Dios. El Diablo es el rebelde del Cosmos, el independiente en el Imperio del Tirano, la oposición a la uniformidad, la disonancia en la armonía universal, el que busca la originalidad, que se opone al orden de Dios, que representa un modo de conducta totalmente distinto; rompe la monotonía que permearía a todas las esferas del Cosmos si todo átomo en perfección inconsciente y con obediencia sumisa siguiera servilmente un curso presecrito deliberadamente."

Satán puede ser descrito como la encarnación de aquellas fuerzas que nos condcen al progreso, alterando el orden estático donde sea necesario; que lleva al Hombre de su existencia primaria y animal a lo que es verdaderamente 'humano'. Este es el verdadero significado de la leyenda del Génesis, y de la "Caída" del Hombre de su estado de gracia ante los ojos de 'Dios'.

Satán no es Dios, sino un Anti-Dios. No exige ser adorado; al contrario, que el hombre adore al Dios que lleva dentro de SíMismo, y que se esfuerze por llegar a formas mas elevadas de Ser, ya que al obrar así honramos tanto a Satán como a nosotros mismos.

Naturaleza del Satanismo
—The Watcher—

Para muchos "satanistas", el "satanismo" no es nada más que una inversión del Cristianismo, una rabieta contra el ambiente cristiano del cual rara vez logran librarse. Si de verdad rechazan el Cristianismo, entonces por qué se preocupan tanto con sus símbolos? ¿Por qué el meterse con Jesús y "dios" en un esfuerzo autoconsciente de "blasfemar"? ¿Cómo puedes "blasfemar" contra algo a lo que supuestamente no perteneces? ¿Cómo puedes "blasfemar" contra el 'dios' cristiano a menos que aceptes su realidad? ¿Cómo puedes "blasfemar" contra Jesús a menos de que creyeras que fuera el 'hijo de dios' como dicen los Cristianos?

Los intentos excesivos en "blasfemar" —más bien la preocupación por ser "blasfemos" —es indicio de una mentalidad fundamentalmente Cristiana. Claro, el Cristianismo todavía es un enemigo, uno de varios enemigos. Cualquier dogma que busque imponerse a sí mismo en contra de la voluntad del individuo de ser lo que quiere ser, es un enemigo. El cristianismo es el producto de cierto tipo de personas. La gente fabrica las religiones; las religiones no hacen a la gente. Si bien se supone que los satanistas se hallan fuera del contexto cristiano, hay unos "satanistas" que existen sólo en el contexto del cristianismo. Agarran su pedazo de teología e imaginería Cristianas, y simplemente la invierten, para ser "blasfemos", en un esfuerzo para irritar a ésa vieja y celosa deidad hebrea, Jehovah, en el cual obviamnete creen, y piensan que son "malos" cuando obran de tal manera. Los tipos de personas atraídas por el Cristianismo y otros dogmas represivos de la misma clase que se empeñan en cohibir la fuerza vital, nacen sin esa fuerza vital, ya sea biológica o genéticamente. Se hallan en franca rebelión contra la naturaleza y el cosmos. Para hablar en términos esotéricos, han ido arrancados del Árbol de la Vida, cuencas vacías, quelipots. El Cristianismo es un culto de la muerte —una inversión de la naturaleza. El Satanismo es un reflejo de la naturaleza y el cosmos. Nuestros "Satanistas" tan obsesionados con "blasfemar" son los que aceptan la definición que da la Iglesia del Satanismo.
LA FUERZA OSCURA

¿De dónde el Satanismo? De las palabras Sat y Tan, términos sánscritos para designar a la Fuerza Oscura que impulsa y motiva al Cosmos (Sat), y (Tan). Los hebreos vieron esta Fuerza Vital como su enemigo, y fue así como "Satan" se convirtió en su "adversario" porque ellos (es decir, los del culto de Jehovah) habían sido arrancados del Árbol de la Vida (el flujo de la vida). Podemos apreciar, entre otras creencias, al Taoísmo y al Tantrismo, que reflejan el fluir de la fuerza vital en la humanidad; conceptos mucho más antiguos que el Cristianismo o el Judaísmo.
UN PENTAGRAMA SALUDABLE

El símbolo de la fuerza vital es el pentagrama con las dos puntas para arriba. Éste pentagrama no está "invertido"; está en la posición correcta, la estrella Oriental en su posición correcta: un símbolo de vida, de salud, del Sat y el Tan. Nótese que l centro forma una figura (un pentágono) de una casa con las cinco puntas (Tan) representando cómo el Sat se manifiesta en la Naturaleza. El pentagrama con la punta para arriba, tan apreciado por las religiones de Nueva Era, es la casa invertida, la Naturaleza de cabeza.

Esta Fuerza Oscura en la Naturaleza crea y destruye, es el originador del cambio en el cosmos, lo que hoy día los científicos denominan Entropía. Satán es el/la dios/a de la vida, el cosmocrátor; Pan —el Todo. Deja el cementerio, olvídate de esa imaginería de muertos y morbidez; disfruta la vida, y que tengas un buen día.
EL DIABLO COMO FIESTERO

El siguiente fue un diálogo con un corresponsal francés que buscaba información sobre el Satanismo. Su idea de Satanismo había sido estructurada por la propaganda de los sacerdotes cristianos. "...El Satanismo me atrae. Es en serio, estoy muy decidido! No creo que el Satanismo sea algo 'divertido'! Odio lo 'divertido'! Quiero vivir a lo satánico. ¿Pueden ayudarme?"

Respuesta: Me gustaria hacer unos cuantos comentarios acerca de algunas afirmaciones suyas, con lo cual espero que no piense que estoy pontificando. Primero, "el Satanismo no es 'divertido'! Pues la ALEGRÍA de la vida es la propia esencia del Satanismo. ¿Qué le pasó al Diablo como el Burlador cósmico —virtualmente un Arquetipo Universal (Coyote para los Indios de Norteamérica, Loki para los Noruegos)? El Diablo como el Comodín de la baraja, el Burlador, que le da algo de impredecibilidad y de cambio a la vida? ¿Qué tal Satán en su papel de Dionisio o de Pan, como el fiestero, el salvaje, el alegre dios de los paganos que se la pasa persiguiendo ninfas? Tal símbolo de jolgorio, tan detestado por la Iglesia Cristiana, hasta el punto de que se convirtió en la personificación de Satán, como el dios cornudo y de pezuña hendida de las brujas? Es la Iglesia Cristiana la que ha definido a Satán y al Satanismo, y ha proclamado que el cementerio es el lugar favorito de los Satanistas. Algunas personas extraviadas se la creen y se convierten en su definición de lo que es un "Satanista", lo que los sacerdotes se encargaron de inventar. Y por supuesto, algunos son sombríos y están privados de toda alegría; tan faltos de Vida que su VERDADERO sitio se halla en la iglesia Cristiana.

Qué otra cosa eran los Sabbaths de brujas si no descargas catárticas para librarse de la morbidez y el puritanismo de la Iglesia? Una excusa para una gigantesca fiesta comunal, donde se permitían cosas tan horrendas como bailar, donde se cometían otros "pecados" como la gula. Donde el pueblo podía por una vez escapar de los ojos vigilantes de los amargados sacerdotes del Nazareno, y se DIVERTÍAN? Y estos Sabbaths —esas grandes fiestas —fueron distorsionadas, como era costumbre entre los sacerdotes, y descritas como reuniones donde se obligaba a las personas a besar el trasero del Diablo, de comer comida podrida y beber orines.

"Todos llevaban sus contribuciones, de comida o bebida. La persona que representaba al macho cabrío o dios astado sería, podemos suponerlo, alguien muy popular entre los asistentes, probablemente el bufón del pueblo. Los que tocaban instrumentos formarían un conjunto... El resto bailaba, comía, bebía y follaba... Con el canto del gallo, todos los participantes, exhaustos pero felices regresaban a su amargo trabajo, a sus pobres chozas, pero con la feliz idea de que al terminar la semana tendrían baile, comida y disfrutarían una vez más del amor libre" [Wheatley, El Diablo y Todas Sus Obras]

Satanismo y Moralidad
—The Watcher—

Como nunca me cansaré de repetir, (aunque pensándolo bien, ya está comenzando a hartarme) la influencia predominantemente negativa que tiene el Satanismo sobre los jóvenes, (ya que habitualmente se relaciona con alcohol, drogas, muerte, y —gasp!— heavy metal,) no es Satanismo verdadero.

En vez de éso, es una reacción típicamente Cristiana que que se ha transformado, o más bien, que han proyectado, como un rechazo completo de la represión, hipocresía, e irrealidd del mismo Cristianismo, el cual ha fracasado, como sistema —o como me decían el otro día, como "ethos" —que ofrezca un modelo positivo y ejemplar. Es normal que muchos jóvenes se hayan vuelto a lo que ellos perciben como lo "opuesto" al Cristianismo— es decir, se convierten en 'adversarios' de la propia doctrina Cristiana, como una forma de rebelión. Teniendo en cuenta que el heavy metal, en todos sus géneros, es la única forma de "Satanismo" que es fácilmente asequible para la mayoría, es comprensible que los rebeldes y los alienados, los aburridos y los descontentos, armen su propio "Satanismo" , basándose en el tipo de "información" que reciben de los medios de comunicación ( o sea, ven un programa como "Encuentros", o "El Show de Cristina", y piensan 'conque esto es lo que hacen los Satanistas!' y voilà! Arman una secta!), y muchas bandas de metal ni siquiera sean seguidoras del verdadero Satanismo. Ya que lo que es promulgado por el heavy metal, es la "antítesis" del Satanismo. Es más, muchas enseñanzas y valores negativos le son inculcados a nuestra juventud a través de las enseñanzas del Evangelio, que a través de Satán:

"No hagáis tesoros en la Tierra; no os preocupéis por vuestras vidas, que váis a comer, o que beberéis, ni por vuestro cuerpo, que os pondréis; si un hombre viene a mí, y por mí no deja a su padre y su madre, y esposa e hijos, y hermanos y hermanas, y su propia vida, no puede ser discípulo mío."

¿Acaso no son éstas enseñanzas nihilistas, que niegan la vida, parecidas, por lo menos en su actitud, a la irresponsabilidad y la negatividad promulgada por el heavy metal u otros modelos de expresión, de los cuales la juventud está sacando sus conceptos erróneos de "Satanismo"? Y por qué es que se tragan esos conceptos de "Satánico"? La respuesta se debe a que los Cristianos han estado definiendo qué es el Satanismo desde los días de kramer y Sprenger (autores del 'Malleus Malleficarum') Los Cristianos han formulado su concepto de Satanismo, que es del mismo tipo que ofrece el metal, y a su vez adoptado por una juventud desilusionada y alienada. Es el mismo tipo de "Satanismo" que, irónicamente, es paralelo al Sermón de la Montaña: un abandono antisocial de la lealtad familiar, las responsabilidades, la apariencia personal y la previsión del futuro. Este es precisamente el camino por el cual han estado transitando muchos jóvenes al "no preocuparse por el mañana", como dicen los Evangelios. El resultado? Una apariencia dejada y descuidada y una visión nihilista por parte de antos y tantos jóvenes, pero que no tiene NADA que ver con el Satanismo.
MORALIDAD SATÁNICA

Este subtítulo puede parecer una auto-contradicción, ya que la imagen popular del Satanismo es la de la anti-moralidad, o amoralidad. Sin embargo, el Satanismo verdadero enseña la 'divinidad' del Yo, del ego, el Satanista como la 'más alta encarnación de la vida humana', como escribió el Dr. LaVey; correspondería al concepto Nietzschiano del "Superhombre", tan urdamente tegriversado por los Nazis. Un Ritual Satánico, conocido como 'Das Tierdrama', declara: "El Hombre es Dios, Dios es el Hombre".

Haciendo referencia a las propias Escrituras Judeo-Cristianas, cosa que por cierto no suelo hacer, se puede encontrar la confirmación de la divinidad del hombre como la premisa fundamental del Satanismo: "seréis como dioses" fue la promesa de Satán a la humanidad, según la leyenda del Génesis, por la cual la humanidad fue separada de su amo Yahvéh/YHWH/Jehová, ya que el temía que "el hombre se ha vuelto uno de nosotros, pues se hizo juez de lo bueno y lo malo. No vaya ahora a alargar su mano y comer del árbol de la Vida, pues al comer de éste árbol viviría para siempre". Es decir, qué egoísmo! Puesto que el punto cardinal del Satanismo consiste precisamente en la divinidad del hombre, o más precisamente, la divinida potencial que se haya en cada humano, y que se manifiesta cuando el individuo se haya en un nivel superior al de la masa, es decir, va más allá de sí mismo, como diría Nietzsche, lo cual implica tener un fuerte criterio moral, el cual queda mejor si lo catalogamos como una 'moralidad del fuerte'.

La primera de las Nueve Afirmaciones Satánicas declara: "Satán representa indulgencia, en vez de abstinencia". Esto es, indulencia de los impulsos más primarios y fisiológicos del hombre, así como otros estímulos, en el cual incluimos hambre, sed, sexo, sueño y autoconservación, es decir, rechazar el dolor, experiencias dolorosas, etc. en primer lugar, y la necesidad de estímulos, actividad, exploración, curiosidad y contacto, en segundo lugar. La represión de tales impulsos, y pulsones, (muchos de los cuales son llamados 'pecados' por el Cristianismo) conducen a un aberrante comportamiento psico-social, siendo algunos ejemplos la auto-flagelación monacal, la histeria de masas tan común en los conventos, y el acoso sexual a monaguillos por parte de sacerdotes los cuales, según estadísticas recientes, ha llegado a proporciones epidémicas en los últimos años.

La Octava Afirmación Satánica "Satán representa todos los así llamados pecados, siempre que lleven a la gratificación física, mental o emocional" está de acuerdo con el veredicto de la psicología y otras ciencias, bológicas y sociales. La gratificación de tales impulsos y pulsiones, tal como es vista por el Satanismo, no significa falta de voluntad y de auto-control y exaltación de toda debilidad en nuestro ser. La dicción, o el uso excesivo de tabaco, alcohol o drogas NO es satisfacer esos impulsos primarios ni son costumbres saludables, sino que es abusar de uno mismo, y autodestruirse, por lo tanto, una contradicción a la ley natural, minar la voluntad, y la fuerza física y emocional de un individuo que busque su potencial divino, que se puede alcanzar con la Voluntad de Poder, autodisciplina y bienestra físico, y además es una negación de los instintos de supervivienvia, innato en cada organismo. Así pues, la mayoría de la juvenud en el mundo Occidental, especialmente aquellos que autodenominados "Satanistas" seguidores del heavy metal, están disipados por las drogas y el alcohol y tabaco, dejados en su apariencia, embotados y estancados. No se "preocupan por el mañana", como se les inculcó desde pequeños; no "cortan ni prestan el hacha", es decir, no son creadores. Muy alejados del concepto de Satanista que tenía el Dr. LaVey 'con la fuerza de Satán moviéndose en su carne', alejándose orgullosamente de la masa, para manipularla a su antojo (ya que ésos "Satanistas" SON parte de la masa!) hasta que, en todo su esplendor, puedan proclamar: 'Soy un Satanista, la más alta encarnación de la vida humana!'

Ciertamnte, el concepto anterior NO se parece en NADA a estos perdidos jóvenes "Satanistas", sin nada de orgullo, fuerza, 'esplendor' Voluntad de Poder, autodisciplina; borrachos y 'trabados', e igualmente intoxicados por un ruido repetitivo, parecen zombies. Esos "Satanistas" viven en contradicción de todo lo que es de verdad Satánico, a saber:

1. El ORGULLO de Lucifer, un orgullo que no permite el conformismo ni el ser condicionado por los gustos y las modas de la masa, ni el rebajamiento de los estándares personales de conducta y comportamiento.

2. Una sed insaciable por el CONOCIMIENTO y el SABER, el principal 'motor' o 'estímulo' que tienela humanidad; como Prometeo, como Satán, tal como se muestra en la leyenda del Génesis; como se muestra en la leyenda del Dr. Fausto.

3. La INDIVIDUALIDAD de Satán, el gran Adversario, que no se inclina ante ningún tirano, incluyendo el mismo YHWH.

Orgullo, Sabiduría, Individualidad, son los tres pilares sobre los que puede ser construida la "moral Satánica", una moral proclamadora de la vida, que confronta todos los valores de nuestros días, con su trivialización de la vida, gustos masivos, conformidad y sumisión 'rebañera'. Una moral Satánica que demanda del individuo una fuerza férrea tanto física, mental y de voluuntad, las mismas cualidades que hace mucho tiempo habían sido necesarias para la supervivencia y la evolución de toda especie, las cualidades que hoy harían del Satanista 'la más alta encarnación' de la vida humana'.


Causas para la Rebelión de Lucifer

1.
El universo es un sistema de casta. Uno es creado en su lugar o posición y allí permanece por toda la eternidad. Si uno es nacido en una clase alta, tiene poco de que quejarse. Si no, entonces hay muchas cosas inadecuadas e injusticias que añadir a la ecuación.

Todos los Hijos Creadores vienen de una pequeña familia de angeles llamada los Migueles. Ya que todos tienes su primer nombre, se distinguen el uno del otro a base de su lugar de origen siendo este incluido en su nombre. El nombre verdadero de nuestro Hijo Creados es Miguel de Nebadon.

Los Arcángeles sirven en capacidades de alta gerencia. Al Miguel estar lejos de su universo, Ha sido Gabriel quien ha ‘cuidado de su tienda’.

Los Querubines sirven como funcionarios a bajo o a medio nivel. Ajustadores del Pensamiento, quienes son comúnmente confundidos como angeles guardianes, viajan la vida con ustedes como un compañero constante, un amigo y conejero. En un universo que da voz al valor de la experiencia de la vida, ningún otro grupo posee tanto y a la misma vez son considerados de status bajo tanto como para no ser incluidos en tomar decisiones que les afectan grandemente.

A La familia de angeles Lanonandek se les delega la responsabilidad de los mundos del tiempo y el espacio y también el manejo de los mundos ascendientes.

L a familia de angeles Melchezidek son los maestros o instructores universales. Sus filosofías son los principios fundamentales para el universo.

La familia de angeles Voronandek son los constructores. Las estructuras, fisicalidades y tecnologías que nosotros empleamos son generadas de este grupo.

No sirve de ningún propósito listar todas las agrupaciones. Hay muchísimas. Sin embargo, el punto aquí es claro. A aquellos quienes no están bendecidos con las ventajas de status se les niegan las habilidades para avanzar por virtud del hecho de que no se les ha permitido acceso a los vehículos que le brindan avance.

Tomese a usted mismo como ejemplo. Usted vive una vida. Usted toma el viaje. En esa búsqueda usted gana experiencia. El trabajo que usted tiene como adulto usualmente es muy superior al que tuvo como adolecente. Esto refleja el aumento en experiencia y valor ya que ha avanzado a través de la vida. Sin embargo, si se le hubiese sido negad a usted la oportunidad de cambiarse de trabajo en trabajo y adquirir las experiencias incumbentes a esos viajes individuales, usted nunca hubiese tenido la oportunidad de avanzar a ningún lugar. Así también es con el universo.

El argumento universal a este punto es que no hay limitaciones en cuanto a cuanto un alma puede avanzar. Esto es cierto. Sin embargo, ha sido reconocido por largo tiempo por parte de este propio universo que la llave que permite el avance del alma es LA EXPERIENCIA. Esto produce una situación donde no se puede ganar, comúnmente referido en el lenguaje Ingles como ‘catch 22', algo similar a la situación en la que se encuentran muchos adolecentes al buscar su primer trabajo. El empleador le dice que quiere alguien que tenga experiencia. El buscador responde que si el no consigue el trabajo, nunca adquirirá la experiencia.

Así como aquellos que están en la mortalidad, el universo es una colección de seres ascendientes. El que ellos estén mas altos en la escalera evolutiva no denigra el hecho de que ellos también serán puestos en pie frente al Padre algún día y el que ellos asciendan con el al Cielo es un asunto que esta aun por verse. La primera causa no esta limitada a seres mortales y el ser de origen angelical no garantiza ningún resultado.

Lo que Lucifer hizo o dejo de hacer es de gran importancia. El retó el universo en cuanto a las faltas de adecuación que Yo he presentado. El se mantuvo firme en su posición y tuvo una batalla verbal con el Arcángel Gabriel en Jerusem, el capitolio universal. ¡El es sostenido culpable de LIBERTAD DE EXPRESIÓN!

Las ideas que el presento fueron la reelección de la infelicidad que existe en mucho del universo. Aquellos de status bajo, quienes no han evolucionado hasta el nivel donde pueden físicamente estar frente al Padre no tienen ninguna perspectiva de El, solo lo que se les ha enseñado. Muchos sentían que el Padre era una ficción creada por la burocracia universal con intenciones de mantenerlos sub-sirvientes a la voluntad de una clase gobernante pequeña.. Lucifer, naturalmente, sabia mas. Aun Así, para que su voz tuviese algún valor, tenia que llevar con sigo los pensamientos de los billones desafectados que no tenían voz alguna.

Lucifer no corrió hacia los mundos del tiempo y el espacio huyendo de la ‘justicia’ universal. El se mantuvo firme rehusando ceder ante los burócratas que demandaban que el retractara su declaración. El no retracto. Finalmente el fue llevado bajo custodia y encarcelado en la Tierra. El paso alrededor de 2000 años aquí y fue retractado vía comando personal del Padre en el 1996. El esta re-personalizado y esta aquí en la Tierra sirviendo a la Primera Causa Así como siempre lo ha hecho. Una de sus encarnaciones fue como Leonardo Da Vinci y otra como el General Sheridan durante la Guerra Civil Norte Americana.

Mientras que el universo sabe lo que el dijo e hizo, ellos no saben el ‘por que’ de ello. Yo voy a suplir estos hechos históricos ahora.

Conciente de la infelicidad, y habiendo hecho investigaciones detalladas y agotadores en base a s u punto, Lucifer desarrollo un plan para iniciar un despertar, un renacer, que últimamente dirigiría al universo mas alla de este triste punto en su historia. El le llevo su plan a otra gran personalidad universal, Emanuel de salvington, un hijo de la trinidad. Juntos desarrollaron una linea de tiempo que produciría lo resultados deseados. Al este trabajo envolver al universo completo, algo nunca antes hecho, era critico que ese mismo cuerpo estuviera ajeno a cualquier conocimiento. Hacerlos consientes solo serviría para destruir el esfuerzo.

Finalmente, con el mas detall posible hecho, ambos llevaron el trabajo ante el Padre. Allí, ante Dios, los toques finales fueron añadidos el trabajo final fue refinado. Lo que el universo ha llamado con desprecio, la Rebelión de Lucifer, sera últimamente conocida como El Despertar De Lucifer.

Lo mas importante no son las palabras actuales que originaron la Rebelión sino que esas palabras afectaron a muchos y los inspiraron a tomar acción. Treinta y Nueve Príncipes Planetarios declararon Rebelión contra el universo casi inmediata. Como he dicho, Yo hice mi declaración de secesión. Sin embargo, de entre los rangos universales existen muchísimos simpatizadores con la Rebelión quienes permanecen no declarados.

El universo no ha tomado acción para solucionar o resolver los asuntos que inspiraron a la Rebelión. De lo contrario, Ellos han buscado aplastar y subyugar a aquellos quienes no están de acuerdo con su parecer totalitario. Dentro de su posición general, no existe EXPRESIÓN de amor, tolerancia, entendimiento o compasión aun cuando ellos hipócritamente dan voz frecuente de ello.

Afortunadamente, El Hijo Creador ha sido el factor de balance. Miguel ordeno, antes de su encarnación como Jesús, que no se tomara ninguna acción en contra de la Rebelión. El Arcángel Gabriel, un archi conservativo, debió haber chanceado a este decreto. Sin embargo, el es lo que el es y su lealtad hacia Miguel no tiene igual en el universo. El obedece.

En las mitohistorias de la tierra, Lucifer y Satanás son frecuentemente vistos como la misma persona. No lo son. Satán fue su asistente y nada mas. Mientras el le servia a Lucifer con distinción, al estallar la Rebelión, el se fue por su propio camino por sus propias razones.

Satán se ve a si mismo como un líder a la par con su antiguo mentor. El no lo es. De entre los mundos de la Rebelión, veinte y ocho de los Príncipes lo ven como irritante y no quieren tener nada que ver con el. De los once que si se asocian con el, lo hacen por un proposito común y están perdidos en el odio irracional e ilógico al hacerlo. Satán, quien nunca ha sido un Príncipe Planetario, quien nunca ha regido una linea de tiempo no es considerado digno de una posición de liderazgo por parte de los veinte y ocho quienes se han ganado ese derecho y ellos han rehusado sus avances hacia ese punto

¿Que papel juega La Tierra en el desarrollo de este drama?

Es substancial, ya que desde este lugar surge un despertar que causara un renacer en un universo estancado. No sera sin dolores de parto, pero ocurrirá y no hay nada que lo detenga. ¡La VOLUNTAD del Padre se hará!

Yo podría hablar mucho de este tema pero es suficiente solo que se sepa el fundamento de lo que se conocerá como ‘La Guerra En El Cielo’, y que los personajes y sus roles sean correctamente identificados.

La Rebelion De Lucifer

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